miércoles, 25 de febrero de 2015
viernes, 20 de febrero de 2015
1A: Noticias
Una vez revisadas las dos noticias, las publicamos de nuevo.
Cierre: domingo 22 a las 20h
Cierre: domingo 22 a las 20h
sábado, 14 de febrero de 2015
1A > Carta para solicitar la libertad de don Quijote
Imagina que, tras la aventura de los molinos, el
alcalde de Campo de Criptana (en la provincia de Ciudad Real) decide
encerrar a don Quijote en el manicomio del pueblo. Como abogado/a del
caballero, escribe (en unas doce o catorce líneas) una carta al alcalde razonando
los motivos por los que consideras que debería dejarlo libre.
Cierre > martes, 17 de febrero, a las 20 horas
Cierre > martes, 17 de febrero, a las 20 horas
lunes, 9 de febrero de 2015
LU > "Madame Bovary": Un cambio de intensidad en la perspectiva del narrador
Consideraremos un fragmento de la novela en el que, mediante una larga elipsis, el narrador nos hurta una escena amorosa mediante un procedimiento técnico: el narrador se sitúa en una perspectiva externa a los hechos y cercana al punto de vista del cochero.
Pues bien, insertaremos tres fragmentos en los que ese punto de vista subjetivo se acentúa en extremo, en la suposición de que el cochero ha ingerido una cierta cantidad de alcohol, circunstancia que desata su verborrea y termina contando más de lo que ve.
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El
coche salió de las verjas, y pronto, llegando al Paseo, trotó suavemente entre
los grandes olmos. El cochero se enjugó
la frente, puso su sombrero de cuero entre las piernas y llevó el coche fuera
de los paseos laterales, a orilla del agua, cerca del césped.
Y
enseguida, reemprendiendo su carrera, pasó por San Severo, por el Quai des
Curandiers, por el Quai Aux Meules, otra vez por el puente, por la Place du
Champ-de-Mars y detrás de los jardines del hospital, donde unos ancianos con
levita negra se paseaban al sol a lo largo de una terraza toda verde de hiedra.
Volvió a subir el bulevar Cauchoise, después todo el Mont-Riboudet hasta la
cuesta de Deville.
INSERTO > Tres o cuatro líneas.
Volvió
atrás; y entonces, sin idea preconcebida ni dirección, al azar, se puso a
vagabundear. Lo vieron en Saint-Pol, en Lescure, en el monte Gargan, en la
Rouge-Mare, y en la plaza del Gaillard-bois; en la calle Maladrerie, en la
calle Dinanderie, delante de Saint-Romain, Saint-Vivien, Saint-Maclou,
SaintNicaise, delante de la Aduana, en la Basse-Vieille Tour, en los
Trois-Pipes y en el Cementerio Monumental. De vez en cuando, el cochero desde
su pescante echaba unas miradas desesperadas a las tabernas. No comprendía qué
furia de locomoción impulsaba a aquellos individuos a no querer pararse. A
veces lo intentaba e inmediatamente oía detrás de él exclamaciones de cólera.
Entonces fustigaba con más fuerza a sus dos rocines bañados en sudor, pero sin
fijarse en los baches, tropezando acá y allá, sin preocuparse de nada,
desmoralizado y casi llorando de sed, de cansancio y de tristeza.
INSERTO > Tres o cuatro líneas.
Poco
después, en pleno campo, en el momento que el sol pegaba más fuerte contra las
viejas farolas plateadas, una mano desenguantada se deslizó bajo las
cortinillas de tela amarilla y arrojó pedacitos de papel que se dispersaron al
viento y fueron a caer más lejos, como mariposas blancas, en un campo de trébol
rojo todo florido (ES LA CARTA
DE DESPEDIDA DE RODOLFO).
Hacia
las seis, el coche se paró en una callejuela del barrio Beauvoisine y se apeó
de él una mujer con el velo bajado que echó a andar sin volver la cabeza.
INSERTO > Tres o cuatro líneas.
jueves, 5 de febrero de 2015
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