viernes, 21 de septiembre de 2012

LU-Judith

Adaptación del episodio bíblico para presentarlo como relato destinado a niños de seis a ocho años.

30 comentarios:

  1. Judith.

    Había una vez una joven llamada Judith que vivía en Betulia. Ella, era una joven esbelta, resaltaba entre todas las mujeres de aquel pueblecillo y su marido, que hacía ya tiempo había partido a la guerra, la había dejado un sinfín de joyas, terrenos, sirvientes y unos cuantos animales. En su pequeño pueblo habían ocurrido una serie de sucesos que no agradaban a sus habitantes, ya que los enemigos asirios los habían aislado sin que llegara agua hasta sus proximidades. Los habitantes desfallecían por el calor y los más pequeños lloraban por no poder llevarse a la boca unas pequeñas gotas de agua. Judith, al ver aquel panorama, no podía dejar que los enemigos vencieran y se armó de valor para ir a negociar contra los malvados asirios la distribución del agua. Una vez ya entrada en su casa, llamó a su fiel sirvienta para que la aposentara con sus mejores galas y la acicalara el pelo con un alto moño en su cabeza. Cuando ya estuvo lista, se calzó unas zapatillas de esparto y entre ella y su sirvienta cargaron un burro con algunos obsequios para el general asirio. A cada lado del burro iban dos pequeños sacos con algunos alimentos como pan de cebada, tortas de higo y también habían incluido un pequeño botijo con vino y otro con aceite. Los habitantes de Betulia las veían marchar en aquel burro pensando que les estaban traicionando, pero lo que ellos no sabían en realidad es lo que iba a suceder.

    Emprendieron un largo camino hasta el campamento base de aquellos malvados, recorrieron un sendero que cruzaba el bosque oscuro y casi en lo más alto de él, aparecía una pequeña humareda, como si de tal hoguera se tratara. A su encuentro, salieron cuatro enemigos asirios que se toparon de bruces con ellas. Los hombres, maravillados al ver tanta belleza las llevaron hasta la tienda del general y ellas los siguieron montadas en aquel gracioso animal. Judith quedó enfrente de aquella gran tienda roja con la bandera asiria colgada en un lateral, bajó del burro y entró como si fuera ella la dueña de aquel lugar. El general asirio salió en su encuentro y la cedió la silla en la que él estaba sentado. Judith guardó todo su rencor hacia él por haberle robado el aguar, tanto a ella como a su pueblo y con una refinada palabrería empezó a dialogar con él. Le comentó que ella podría guiarle por sendas menos peligrosas y menos llamativas y que así conseguiría llegar a su destino sin que sufrieran percance alguno, el general, por su parte se puso muy contento con lo que aquella joven mujer le estaba contando, Judith por su parte, veía que iba a conseguirlo así que lo que decidió fue sacar toda los obsequios que había traído consigo y se los mostró en muestra de agradecimiento. Todos montaron una gran fiesta en la tienda y bebieron tanto como pudieron hasta quedar sumamente borrachos. Al quedarse solos, Judith se acercó a él sigilosamente y cogió el abre cartas que había encima de la mesa, sin pensárselo dos veces, se lo clavó en el cuello y salió corriendo de la tienda. Su sirvienta, que la esperaba a las afueras del bosque con el burro, se temía lo peor por ella, pero al cabo de unos minutos, Judith llegó hasta ella y ambas se miraron cómplices por lo ocurrido.

    A la mañana siguiente, algo había ocurrido en aquel pequeño pueblo, el agua volvía a brotar por el manantial y los ciudadanos saltaban de alegría al verlo. Judith, contenta por lo que había conseguido abrazó a su sirvienta y el pueblo entero entendió lo que había sucedido la noche anterior. Judith, la salvadora del agua, era lo que gritaban una y otra vez los ciudadanos en muestra de agradecimiento.

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  2. Esta historia comienza en Betulia, en un pueblo muy lejano en el que sus ciudadanos lo estaban pasando mal debido a que sus enemigos, los asirios, estaban bloqueando una parte del río, impidiendo que el agua pasase por el pueblo.

    En Betulia, vivía una joven viuda llamada Judith, a la que su marido después de haber partido a la guerra, le había dejado muchas riquezas. Ella era muy guapa y esbelta y su belleza resaltaba por encima de las otras mujeres.

    Los habitantes lo estaban pasando tan mal por la sequía, que un día, Judith se armó de valor y llamó a su criada para que la preparara sus mejores galas ya que iba a hacer una visita a sus enemigos los asirios para librar a su pueblo de tal pesadilla. Una vez hubo salido, preparó un asno con dos bolsas en los que metió alimentos como pan de cebada, tortas de higo y dos botijos, uno con aceite y otro con vino, con el fin de ganar la confianza del general asirio.

    Emprendieron la marcha hacia el campamento de los malvados asirios, cruzando un bosque y subiendo por una colina hasta que encontraron la base enemiga. Allí dos guardias la denegaron el paso pero ella rápidamente les dijo que conocía un camino hacia su pueblo por el cual pasarían seguros y sin perder a ningún soldado. Ellos imaginando lo contento que se pondría su general, accedieron encantados y accedieron a dejarla entrar.

    El general asirio la recibió en persona, y ella le contó todo mas al ver que era muy guapa y traía vino, decidió celebrar su triunfo con ella. Pasó el tiempo, y todos los soldados estaban durmiendo por haber bebido muchísimo aquella noche, entonces aprovechó Judith, cogió un cuchillo que había en una mesa con la que cortaban el pan y se acercó al general asirio. Se puso a su lado, agarró el cuchillo con fuerza, y se lo clavó repetidas veces hasta que murió, se dio mucha prisa y salió corriendo del campamento.

    Al amanecer, los soldados vieron a su malvado general muerto, por lo que retiraron las tropas y volvieron a sus hogares ya que no había nadie que les diera órdenes. Judith consiguió regresar con su asno y su criada, y los habitantes del pueblo al ver que llegaban habiendo cumplido su propósito, montaron un gran banquete en el que abundaba el agua y el vino, y todos sabían que consiguieron sobrevivir gracias a la joven y bella, Judith.

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  3. Había una vez hace mucho tiempo en un pequeño pueblo llamado Betulia una mujer muy guapa y rica que se llamaba Judit. Betulia estaba en guerra con un pueblo muy poderoso que tenía como líder al general Holofernes que era un hombre malvado y cruel que quería convertir a los habitantes de Betulia en eclavos. Cuando parecía que la ciudad estaba perdida Judit pidió ayuda a dios.
    A la mañana siguiente Judit trazó un plan en el que intentaría engañar al general Holofernes y poder salvar a su pueblo. Se vistió con un vestido de seda verde y se puso un colgante de oro y un brazalete de plata, se dirijo al campamento enemigo y cuando llegó a sus puertas dijo a los guardias que le iba a decir a el general un camino secreto para entrar en Betulia , los generales no se lo pensaron y la dejaron pasar. Cuando llegó a la tienda del general Judit le dijo el camino y Holofernes se puso tan contento que celebró un banquete e invito a Judit, cuando llegó la noche los guardias se fueron a dormir y se quedaron solos Judit y Holofernes, esta pidió a dios que le diese fuerza para acabar con Holofernes y de repente cogió la espada y fulminó con una sola estocada a el general enemigo y salió huyendo aprovechando que los soldados enemigos estaban dormidos. Cuando llegó a Betulia fue recibida por todo el pueblo y fue nombrada reina de Betulia.

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  4. Erase una vez un pueblo llamado Betulia, en el cual los asirios no dejaban llegar el agua y los habitantes se morían de sed.

    Vivía allí una joven llamada Judit, no tenía marido, pero era muy guapa y tenia dinero y siervos. Para poder resolver el problema de su pueblo, pidió ayuda a dios, se puso su mejor vestido y varias joyas. Le dio a su esclava vino, pan y una torta de higo, para poder llevar a cabo su plan.

    Judit y su esclava fueron de camino al campamento enemigo, pero se encontraron con dos soldados que le impedían el paso. Judit les engaño diciéndoles que iba a decirle al general un camino secreto para poder llegar a Jerusalén, sin ser visto. Gracias a eso y su belleza la dejaron pasar.
    Cuando llegó ante el general todos se asombraron por su belleza, y ella le explico que había sido enviada para ayudarle a conquistar Jerusalén. El general se alegró mucho al oír esta noticia y celebraron un banquete, donde bebieron vino y comieron mucho. Los siervos del general se fueron a dormir, por que estaban cansados, y se quedaron solos el general y Judit.

    Judit se acercó al general que estaba medio dormido, aprovecho ese momento para matarle y así consiguió liberar a su pueblo , y lograr que pase el agua por el pueblo, que era el plan que ella tenia que realizar.

    Consiguió escapar gracias a que todos los siervos y soldados estaban en sus casas durmiendo.

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  5. Hace mucho tiempo en Israel un ejercito poderoso quería conquistar Betulia y esclavizar a todos los habitantes del pueblo.

    Vivía allí una chica joven, guapa que tenia dinero y criados a sus ordenes llamada Judit.

    Un día se vistió con su mejor vestido, se puso sus joyas, y decidió ir ante el general para acabar con el problema.
    Le dio a su esclava una bota de vino, un frasco de aceite, un cacho de pan y y tortas de higo envolviéndolo en paquetes para disimular sus intenciones.

    Iban en dirección del valle, Judit y su esclava cuando se encontraron dos soldados del ejercito. Judit les dijo que iba a servir al general y gracias a su belleza la dejaron continuar.

    Cuando llego Judit ante el general jefe del ejercito todos se quedaron impresionados con lo guapa que era. Judit le dijo que había sido enviada para guiarle hasta llegar a Jerusalén.

    Esta noticia alegro mucho al general y por ello celebro un banquete enorme.

    Cuando ya era tarde, todos los criados del general, cansados, se fueron a descansar. Se quedaron solos Judit y el general agotado y medio dormido.

    Ella aprovechó este momento para acabar con la vida del general y devolverle la salvación a su pueblo.
    Ella consiguió escapar gracias a que estaban todos dormidos.

    El trabajo es de Ivan Ruiz que tiene problemas técnicos para poder publicar el trabajo.

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  6. Había una vez una princesa guerrera que vivía en un pueblecito llamado Betulia. Judit, la princesa, era muy querida por todo el pueblo pues ayudaba a los pobres, castigaba a los malvados y defendía a su pueblo. Todo iba bien hasta que una mañana el pueblo se despertó acorralado por un ejército con la intención de convertirles en esclavos. No podían salir más allá de unos metros del pueblo y menos intentar escapar, sino iban a ser duramente castigados. Por ello, los habitantes; los niños, las mujeres y los hombres, morían de sed y enfermaban. La gente muy asustada acudía a Judit para que les salvara de las garras del feroz ejército y así volver a ser felices pues estaban desesperados. Pasados treinta y cuatro días de la llegada del ejército, Judit cansada de esperar a que se marcharan, con valentía e ingenio, elaboró un increíble plan para ayudar a su pueblo.
    Esa misma noche, la princesa decidió emprender su camino hasta la base del ejército y enfrentarse al capitán; sin embargo, a mitad del camino, fue acorralada por cuatro soldados y la llevaron hasta la base para ser castigada. Cuando llegaron a la base Judit se quitó la capucha que cubría su rostro y el capitán quedó tan maravillado de tal hermosa belleza que decidió perdonarla aunque teniendo como castigo el no poder volver a su pueblo.
    Cuando se hizo de día, el capitán anunció la celebración de una fiesta en honor a la unión de Judit al ejército y como ofrenda, la princesa les dijo que elaboraría una bebida que les pondría muy alegres y así se lo pasarían mejor. Una vez hubo terminado el día y la fiesta, los soldados se encontraban muertos de sueño; la bebida les había hecho reírse mucho y estaban cansados por eso decidieron irse a dormir. El rey, mientras tanto, se quedó a solas con Judit para seguir celebrando su llegada pero estaba demasiado cansado y se le cerraban los ojos del sueño.
    Pasado unos minutos, Judit comenzó a llenarse de valor y pensando en su pequeño pueblo, le quitó su espada al capitán y se la clavo en el corazón dejándole sin vida. Comenzó a correr y a correr para llegar a su pueblo y contar lo sucedido. Al llegar fue recibida por sus vecinos con enorme alegría y felicidad.
    A partir de ese día, el pueblo de Betulia volvió a ser feliz y fue respetado y admirado por todo Israel. La valiente princesa guerrera siguió defendiendo al pequeño pueblo, ayudando a los pobres y castigando a los malvados para siempre.

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  7. Erase una vez, hace muchos muchos años, un reino muy lejano con el nombre de Betulia donde gobernaba un malvado emperador. Allí, en una pequeña casa, vivía una bella doncella llamada Judit. Judit era viuda y siempre se la veía triste y vestida de negro por las calles. Todos los días eran iguales para Judit: se levantaba, hacía la cama, preparaba la comida, limpiaba el polvo de la casa y al llegar al espejo recordaba con melancolía lo hermosa que era hacía años, cuando todos los hombres suspiraban al verla pasar. Luego se sentaba en un poyete miraba por la ventana lo cambiado que estaba su reino. Ya no había niños jugando y corriendo por las calles. Las fuentes llevaban meses sin apenas una gota de agua. Su bonito hogar se había convertido en un sitio triste y sombrío, y todo aquello era debido a Holofernes, un hombre sin piedad alguna que pretendía conquistar todas las tierras cercanas y convertir a sus habitantes en esclavos. Judit pedía fuerzas a dios cada día y no dejaba de pensar qué podía hacer ella para salvar a su reino.
    Un día Judit cambió su rutina: se levanto, se lavó la cara, se miró al espejo y comenzó a arreglares y ponerse guapa. Dejó a un lado sus negras ropas y se puso un precioso vestido rojo. Al mirarse al espejo vio a aquella Judit que hacía años que no veía. Se acercó al armario de la cocina y llenó su cesta con varios higos, pan, aceite y una botella de buen vino. Salió de su casa y emprendió camino hacia el castillo de Holofernes.
    Al llegar al puente tres guardias del emperador se quedaron boquiabiertos mirando la belleza de la joven del vestido rojo. Esta se acercó y uno de ellos preguntó: -“¿Quién eres y a dónde vas?”- “Soy Judit caballero, y vengo a ver a su emperador Holofernes ya que puedo aconsejarle cómo llegar hasta la próxima ciudad por un camino fácil y seguro.” Los guardias deslumbrados por su hermosa cabellera y sus brillantes ojos no dudaron en dejarla pasar. Judit entró al castillo y escuchó música a lo lejos. Había gente bailando y bebiendo alcohol como si se les fuera a acabar. Pudo ver entre todos los invitados de la fiesta al emperador sentado en una silla bebiendo también. Judit se acercó a él y le contó a lo que había venido. Holofernes al verla no tardó en invitarla a subir a sus aposentos para seguir hablando mas tranquilos. Una vez allí el emperador quedó como hipnotizado ante aquella doncella de tan buen ver y confió plenamente en ella. –“Bueno señorita, antes de acomodarnos dígame usted cuál es ese camino del que tanto habla.” Judit le sonrió y se acercó a la terraza. Miró abajo y vio una caída de unos cien metros que acababa en las aguas de un pozo con cocodrilos. Esos cocodrilos eran las mascotas particulares del emperador, sin embargo parecían tan hambrientos como los niños de Betulia. –“Acérquese emperador, desde aquí se puede ver mejor.” Holofernes apenas podía dar dos pasos sin desviarse, algo normal después de haber bebido tantas copas. –“¿Dónde?” preguntó el emperador intrigado. Judit con un gesto señaló al horizonte y dijo –“Es de noche. Tiene usted que asomarse mas o no lo podrá ver.” Holofernes ansioso por descubrir la ruta no se dio cuenta de que tenía medio cuerpo en el aire y a Judit solo le bastó con darle un pequeño empujón para que cayera al vacío. Se escuchó el grito del emperador cayendo, pero solo lo escucho Judit, que mientras bebía algo de buen vino observaba como los cocodrilos chapoteaban contentos al ver a su amo.
    Desde aquel día en el reino de Betulia volvió a brillar el sol. Los niños volvieron a jugar y correr por las calles, y las fuentes volvieron a tener agua.

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  8. JUDIT

    Hace muchos muchos años en Betulia, un pueblecito que estaba siendo atacado por sus enemigos, los asirios, cuyo jefe quería conquistarlo y tratar a todos los habitantes de ese lugar como sus esclavos, vivía una joven viuda muy muy guapa llamada Judit, que le pidió fuerzas a Dios para poder hacer lo que tenía en mente.

    Judit quería ir a ver a Holofernes, el jefe del ejército enemigo, para poner su plan en práctica, pero sabía que sería peligroso, ya que en el viaje la podían matar, pero al ser una chica muy valiente decidió realizar su viaje con su criada. Para ello se bañó, y acto seguido se untó todo su cuerpo con su mejor perfume y se puso un vestido precioso de seda junto con sus joyas preferidas. A continuación le dio a su criada una bota de vino, un frasco de aceite y una bolsa de panes de cebada y de tortas de higo, para ofrecérselo a Holofernes como señal de confianza, para que éste no sospechara de ella.

    De camino a la tienda de campaña donde se encontraba Holofernes, en medio del campo, Judit fue arrestada por sus enemigos, los asirios, porque éstos querían saber quién era y a dónde iba. Judit les dijo que solo quería ayudarles a quedarse con Betulia y también que iba a ver a su jefe para indicarle un camino de fácil acceso y seguro. Así pudo entrar en el campamento del enemigo y encontrarse con Holofernes.

    Una vez en la tienda de campaña, Judit se lo cuenta a Holofernes y para celebrarlo hicieron un banquete con toda la comida que ésta y su criada llevaban. Pero cuando terminó la celebración, Judit y Holofernes se quedaron a solas, entonces esperó a que Holofernes se quedara dormido, porque había bebido muchísimo vino, para poder así completar su plan. Sigilosamente se acercó a él y asegurándose de que estaba completamente dormido, le cortó la cabeza. Entonces la criada que ya había preparado el burro para volver al pueblo, guardó la cabeza en una de las alforjas, ayudó a Judit a subirse al burro y emprendieron el viaje de vuelta, aprovechando que el resto de asirios estaban dormidos.

    Con su objetivo cumplido, Judit llegó a Betulia, donde fue muy bien recibida y la trataron como una heroína ya que había salvado a su pueblo de los malvados asirios.

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  9. Erase una vez, en un pueblo de Israel llamado Betulia, entró un ejercito malvado controlado por Holofernes. Este ejercito había cerrado todas las tuberias de agua, dejando a todo el pueblo muriendose de sed, para así dejarles indefensos y convertirles en esclavos.

    En una casa de Betulia vivía una mujer muy bella llamada Judit. Esta, estaba harta de no tener agua y pidió ayuda a Dios para que le ayudara a llevar a cabo un plan contra Holofernes. Una vez hubo acabado, fue a casa a darse un baño, a ponerse su vestido mas elegante y sus joyas mas preciosas, haciéndola una princesa para cualquier hombre. Antes de partir a ver a Holofernes pensó que le podría venir bien una bota de vino, aceite, pan y tortas de higos, así que lo metió en el bolso. Cuando iban de camino, se encontró a unos enemigos, pero debido a su belleza y a que no aparentaba peligro, la dejaron continuar. Una vez que llegó frente a Holofernes, Judit intentó engañarle diciéndole que había sido enviada para comunicarle un nuevo acceso mas rápido y seguro a Betulia. Holofernes no hizo mucho caso e invitó a Judit a beber vino junto a sus hombre, a lo que ella aceptó. Pasadas unas horas, todo el ejercito estaba completamente borracho y Judit aprovechó que se había quedado dormido para herirle en el cuello y matarle. Judit logró regresar a Betulia y fue recibida con una fiesta por todo lo alto en donde estaban todos los habitantes del pueblo muy contentos ya que eran libres y volvían a tener agua.

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  10. Erase una vez en la lejana Jerusalén vivía Judit una joven hermosa y esbelta que había perdido a su marido y ella había heredado todas sus riquezas. Jerusalén fue rodeada por un ejército de asirios, unos guerreros feroces y temibles que tenían la intención someter a Jerusalén a la esclavitud.

    No obstante, Judit era una mujer de Dios y sabia que si hacia algo peligroso Dios la salvaría. Asique Judit se puso un vestido de seda como el de las grandes princesas y se unto de ungüentos y perfumes de los olores mas afrodisiacos. Recogió una cesta, en la cual metió una bota de vino, un frasco de aceite, unos panes de cebolla y tortas de higo y partió hacia el campamento enemigo, teniendo presente los peligros podía haber durante la travesía, pues los asirios eran un enemigo muy temeroso.

    Judit fue detenida a la entrada del campamento enemigo por unos guardias y les comunico la intención de enseñarles un camino secreto por donde el ejercito de asirios podría conquistar Jerusalén, por lo que los soldados le dejaron pasar. Judit sin miedo se presento en la cabaña de Holofernes, el general enemigo, con la intención de engañarle y poder salvar Jerusalén de la esclavitud. La estancia olía a caballo y estiércol pero el perfume de Judit suavizo el olor. Cuando Judit le presento la noticia Holofernes se puso muy contento mando preparar un banquete con los regalos que trajo Judit y mucha más comida que poseía aquel campamento como pollo, frutas traídas de la mismísima Persia o pescado fresco recogido del Nilo. Cuando hubo terminado la fiesta todos los comensales se encontraban dormidos menos Judit, que con todo su ingenio cogió una manta y puso sobre la cabeza de Holofernes hasta que este se ahogo emitiendo un pequeño suspiro, de manera que nadie se entero de la muerte de Holofernes.

    Judit consiguió escapar del campamento en medio del silencio de la noche y regresar a Jerusalén, donde al enterarse de lo que había hecho, fue vitoreada y amada por todas las gentes del lugar.

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  11. Hace mucho, mucho tiempo, había una una ciudad de Israel llamada Betulia. Normalmente, era un pueblo tranquilo y feliz pero un ejercito invasor los tenía rodeados. Los asirios, eran hombres crueles que los querían invadir y esclavizar, pero la ciudad de Betulia tenía fuertes murallas que la protegían. El general de los asirios, un hombre muy astuto llamado Holofernes, colocó a su ejercito alrededor de la muralla, para evitas que los ciudadanos de Betulia salieran a coger agua.

    Dentro de la cuidad, quedaba ya muy poca agua, solo se podía beber un vaso de agua al día y todos tenían mucha sed. En el pueblo vivía una mujer llamada Judit, de la que se decía que era la mujer más guapa de los alrededores. Pero era viuda, su marido había muerto hacía tres años, dejándola con mucho oro y sirvientes. Judit era una mujer muy valiente y quería ayudar a su pueblo así que pidiéndole ayuda a dios, urdió un plan para conseguirlo.

    Primero, se bañó y se untó en cuerpo con ungüentos para oler bien, y se vistió con su mejor vestido para causar buena impresión. Después, lleno una cesta con aceite, vino, pan de cebada y tortas de higos como regalo para Holofernes, el general del ejercito enemigo, para que no sospechara de sus intenciones. Su fiel criada cargó la cesta y la acompañó hasta las puertas del campamento. Allí, las recibieron unos soldados que preguntaron a Judit que hacía allí. Judit con mucha calma respondió que estaba allí para ayudarles, pues si la llevaban hasta la tienda de Holofernes, ella les diría la forma de entrar en la ciudad sin que muriese nadie. Los soldados que ya estaban cansados de esperar a que se rindiese la cuidad de Betulia la llevaron rápidamente hasta la tienda del general.

    Hubo tanta alegría que montaron una gran banquete que duró mucho tiempo, donde comieron mucho y bebieron mucho vino. Cuando el banquete terminó y todos se fueron a dormir Judit todavía estaba en la tienda de Holofernes y le ayudó a meterse en la cama. No tardó en dormirse y Judit aprovechó la oportunidad para matarlo. Luego, aprovechando que todo el mundo estaba durmiendo escapó de allí con su criada. Cuando llegó a Betulia la recibieron como una heroína, pues un ejercito sin general no podía conquistar la cuidad y se tuvieron que marchar.

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  12. Judith

    Había una vez, hace mucho, muchos años, una joveb llamada Judith quue vivía en Betulia. Judith era viuda, su marido, que se llamaba Manasés, le había dejado oroy plata, siervos, campos...

    Los asirios tuvieron cercados a los habitantes de Betulia durante 34 días, de manera que se agotó el agua en la ciudad, y todos se morían de sed.

    La valiente Judith pidió a Dios que le diera fuerzas para enfrentarse a los enemigos. Una vez lo hizo, se bañoy se vistió con su mejor vestido. Cogió una bota de vino, un frasco de aceite, pan de cebada y tortas de higo, y, sabiendo el peligro que corría, partió junto a su sierva hacia el campamento enemigo. Caminaron hasta encontrarse con los asirios, a los que Judith engaño diciendo que quería ver a Holofernes, su general, para indicarle el mejor camino para conquistar la ciudad. Estos la acompañaron a la tienda de Holofernes. Para celebrarlo comieron y bebieron todos juntos. Cuando el banquete terminó y todos se fueron, Judith se quedó con Holofernes en la tienda, y cuando este se quedó dormido le corto la cabeza con su espada y se la entregó a su sierva, y, aprovechando que todos dormían, salieron del campamento y regresaron a Betulia.

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  13. DE CARLOS LUGO:
    Había una vez una joven muy rica llamada Judit que vivÍa en una ciudad rodeada por soldados enemigos con lo cual no encontraba agua en la ciudad,ya que los soldados se encargaban de que no saliera nadie,se estaba agotando la comida y la gente estaba empezando a enfermar.

    La situación se había hecho tan dura para los habitantes,que Judit no tuvo más remedio que rezar y pedirle a dios que le diera fuerzas para acabar con el enemigo. Una vez que acabó de rezar,se bañó,se puso su vestido de seda mas bonito y se hechó sus perfumes mas exóticos.Entregó a su esclava:una bota de vino,aceite y un paquete de tortas de higos.Y se encaminaron a la salida de la ciudad.Estando ya en las afueras,dos soldados la detuvieron y la preguntaron sus intenciones,esta les engañó diciendo que iba a enseñarles un sitio por donde atacar seguramente.Los soldados al escuchar esto la llebaron ante Holofernes que era su general y este al contemplar la belleza de Judit se quedó asombrado y ofreció un banquete en su honor,tras el largo banquete todos se fueron a dormir quedando solo Judit y su esclava junto al general que estaba dormido,Judit se acercó lentamente empuñó la espada y la alzó con delicadeza en el aire y lo mató.

    Judit y su esclava escaparon y al día siguiente cuando los soldados contemplaron la escena huyeron horrorizados del lugar,ya que Holofernes era el hombre mas fuerte de su ejercito.

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  14. Érase una vez, un pueblo que estaba rodeado, y sus habitantes no podían salir de allí. Se empezaron a enfadar porque no tenían agua ni comida, y una mujer del pueblo llamada Judit decidió acabar con todo esto.

    Judit se bañó, se perfumó, se puso su mejor vestido y sus mejores joyas, cogió una bota de vino, un frasco de aceite, una alforja de panes de cebada y de tortas de trigo, llamó a su criada para que fuese con ella y marcharon rumbo al cuartel del hombre que tenía al pueblo en esa situación, el general Holofernes.

    Cuando iban llegando un par de hombres las pararon, pero como Judit era tan guapa, la dejaron pasar, porque además les dijo que iba a ayudarles a pasar a la ciudad por un camino que conocía. Llegó donde Holofernes, y cuando se lo dijo, estaba tan feliz que la invitó a comer y beber con él y su gente. Más tarde, se fue yendo la gente y quedaron a solas Judit y Holofernes. Éste último, iba borracho y estaba tumbado en su cama, cuando Judit cogió una espada y le cortó la cabeza de tal manera que salió volando.

    Así Judit había salvado a su pueblo de una muerte segura.

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  15. MODIFICADO.

    Erase una vez, hace muchos muchos años, un reino muy lejano con el nombre de Betulia donde gobernaba un malvado emperador. Allí, en una pequeña casa, vivía una bella doncella llamada Judit. Judit era viuda y siempre se la veía triste y vestida de negro por las calles. Todos los días eran iguales para ella: se levantaba, hacía la cama, preparaba la comida, limpiaba el polvo de la casa y al llegar al espejo recordaba con melancolía lo hermosa que había sido hacía años, cuando todos los hombres suspiraban al verla pasar. Luego se sentaba en un poyete, miraba por la ventana lo cambiado que estaba su reino. Ya no había niños jugando y corriendo por las calles. Las fuentes llevaban meses sin apenas una gota de agua. Su bonito hogar se había convertido en un sitio triste y sombrío, y todo aquello era debido a Holofernes, un hombre sin piedad alguna que pretendía conquistar todas las tierras cercanas y convertir a sus habitantes en esclavos. Judit pedía fuerzas a dios cada día y no dejaba de pensar qué podía hacer ella para salvar a su reino.

    Un día Judit cambió su rutina: se levanto, se lavó la cara, se miró al espejo y comenzó a arreglares y a ponerse guapa. Dejó a un lado sus negras ropas y se puso un precioso vestido rojo. Al mirarse al espejo vio a aquella Judit que hacía años que no veía. Se acercó al armario de la cocina y llenó su cesta con varios higos, pan, aceite y un pellejo de buen vino. Salió de su casa y emprendió camino hacia el campamento de Holofernes.

    Al llegar al puente, tres guardias del emperador se quedaron boquiabiertos mirando la belleza de la joven del vestido rojo. Esta se acercó y uno de ellos preguntó:

    -¿Quién eres? ¿Adónde vas?

    - Soy Judit caballero, y vengo a ver a su emperador Holofernes ya que puedo aconsejarle cómo llegar hasta la próxima ciudad por un camino fácil y seguro.

    Los guardias, deslumbrados por su hermosa cabellera y sus brillantes ojos, no dudaron en dejarla pasar. Judit entró al campamento y escuchó música a lo lejos. Había gente bailando y bebiendo alcohol como si se les fuera a acabar. Pudo ver entre todos los invitados de la fiesta al emperador sentado en una silla bebiendo también. Judit se acercó a él y le contó a lo que había venido. Holofernes, al verla, no tardó en invitarla a dar una vuelta para seguir hablando más tranquilos. Caminaron hasta tropezarse con un precipicio donde se detuvieron para hablar. Allí, en la oscura noche el emperador quedó como hipnotizado ante aquella hermosa mujer y confió plenamente en ella.

    –Bueno, antes de nada, decidme usted ¿qué camino es ese del que tanto habláis?

    Judit le sonrió y se acercó al precipicio. Miró abajo y vio una caída de unos cincuenta metros que acababa en las aguas de un rocoso río.

    –Acercaos, desde aquí se puede ver mejor.

    Holofernes apenas podía dar dos pasos sin desviarse, algo normal después de haber bebido tanto.

    –¿Dónde? -preguntó intrigado-.

    Judit con un gesto señaló al horizonte y dijo:

    –Es de noche. Tenéis que acercaros más o no lo podréis ver.

    Holofernes, ansioso por descubrir la ruta, no se dio cuenta de que estaba a un paso del abismo. A Judit solo le bastó con darle un pequeño empujón para que cayera al vacío. Se escuchó el grito del emperador cayendo, pero solo lo escuchó Judit, que mientras bebía algo de buen vino, observaba como el agua brava corría rio abajo.

    Desde aquel día en el reino de Betulia volvió a brillar el sol. Los niños volvieron a jugar y correr por las calles, y las fuentes volvieron a tener agua.

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  16. Erase una vez en la lejana Batulia, vivía Judit, una joven hermosa y esbelta que había perdido a su marido heredando todas sus riquezas .Batulia fue rodeada por un ejército de asirios, unos guerreros feroces y temibles que tenía la intención de someter a Batulia a la esclavitud.
    Judit era consciente de los peligros que había fuera de la ciudad, no obstante ella era una mujer muy valiente. De manera que se puso un vestido de seda como el de las grandes princesas y se untó de ungüentos y perfumes de los olores mas afrodisiacos. Cogió una cesta, en la cual metió una bota de vino, un frasco de aceite, unos panes de cebolla y tortas de higo y partió hacia el campamento enemigo teniendo presente los peligros que podía haber durante la travesía, pues los asirios eran un enemigo muy temible.
    Ella fue detenida a la entrada del campamento enemigo por unos guardias y les comunicó la intención de enseñarles un camino secreto por donde el ejército de asirios podría conquistar Batulia, por lo que los guerreros la dejaron pasar. Judit se presentó en la tienda de Holofernes, el general enemigo, con la intención de engañarle y poder salvar Batulia de la esclavitud. La estancia olía a caballo y estiércol pero el perfume de Judit suavizó el olor. Cuando ella le presentó la noticia, Holofernes se puso muy contento y mandó preparar un banquete con los regalos que había traído Judit y mucha más comida que el campamento enemigo tenía, como frutas traídas de la mismísima Persia o pescado del Nilo.
    Cuando hubo terminado la fiesta, todos los comensales se encontraban dormidos menos Judit, que con todo su ingenio cogió una cuerda y rodeo la cabeza de Holofernes hasta que este se ahogó, emitiendo un pequeño suspiro, de manera que nadie se enteró de la muerte de Holofernes.
    Judir consiguió escapar del campamento en medio del silencio de la noche y regresar a Batulia, donde al enterarse de lo que había hecho, fue vitoreada y amada por toda la gente del lugar.

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  17. DE CARLOS LUGO MODIFICADO.

    Había una vez una joven muy rica llamada Judit que vivía en la ciudad de Betulia rodeada por soldados enemigos,con lo cual no entraba agua en la ciudad ya que los soldados se encargaban de que no saliera nadie.Se estaba agotando la comida y la gente estaba empezando a enfermar.

    La situación se había hecho tan dura para los habitantes que Judit no tuvo más remedio que rezar y pedirle a dios que le diera fuerzas para acabar con el enemigo. Una vez que acabó de rezar,se bañó,se puso su vestido más bonito y se echó sus perfumes más exóticos.Entregó a su esclava una bota de vino,aceite un paquete de tortas de higos.Entonces se encaminaron a la salida de la ciudad.
    Estando ya en las afueras la detuvieron dos soldados y la preguntaron por sus intenciones.Esta les engañó diciendo que iba a enseñarles un sitio por donde atacar con seguridad.Los soldados al escuchar esto la llevaron ante Holofernes que era su general.Este al contemplar la belleza de Judit se quedó asombrado y ofreció un banquete en su nombre.
    Tras el largo banquete,todos se fueron a dormir quedando solo Judit y su esclava junto al general,que estaba dormido.Judit se acercó lentamente,sin hacer ruido,alzó la espada en el aire y lo mató.

    Judit y su esclava escaparon del campamento.Al día siguiente,cuando los soldados contemplaron la escena,huyeron horrorizados del lugar,ya que Holofernes era el hombre más fuerte de su ejército.Cuando Judit llegó a Betulia fue recibida por todos los habitantes que celebraron una fiesta en su honor.Nunca más volvió a faltar el agua y fueron felices para siempre.

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  18. Erase una vez una mujer bella llamada Judit procedente de Jerusalen, había perdido a su marido el cual le había dejado oro plata y mucha riqueza.
    Judit era muy religiosa. un dia se fue al templo a orar a Dios para que la diera fuerzas por lo que iba a hacer, quería salvar a su pueblo porque se habian quedado sin agua y las mujeres y los niños se morían.
    Para poder salvar a su pueblo se tenia que dirigir al valle donde se encontraba el general Holofernes. por ello se baño y se puso muy bonita con las mejores joyas que le había dejado su marido, atraía a los hombre con su mirada y ninguno se desistía de ella. se fué de camino al valle con una de sus criadas donde se encontraban los asirios; estos la detuvieron y la preguntaron que quién era y a dónde iba. Ella les respondió que iba a ver Holofernes. Como vieron que era tan bella la dejaron pasar acompañada por dos de sus hombres.
    Se presentó ante Holofernes y este después de conversar con ella la invito a comer y a beber.
    Cuando llegó la noche los siervos se fueron. Judit se quedó solo con holofernes y mencionando estas palabras en su ccorazon dijo:Dios de israel dame fuerzas por lo que voy a hacer. Le hirió dos veces a Holofernes en el cuello cortandole la cabeza, escondió su cuerpo y le entregó la cabeza a la sirvienta que iba con ella. una vez fuera Judit cuelga la cabeza de holofernes en la muralla de la ciudad.

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  19. Había una vez en un pueblo llamado Betulia, una joven llamada Judit. Judit era muy guapa y tenía a su cargo algunas riquezas y varios siervos que la habían regalado. Quería liberar a su pueblo, ya que unos asirios, unas colinas mas arriba les habían cortado el agua al pueblo, en este la gente ya no podía aguantar mucho tiempo mas sin agua.

    Judit le rezó a Dios y le pidió consejo para que la ayudase a conseguir la preciada agua, poco después de rezar, Judit se puso su mejor traje y sus joyas más valiosas, pidió a una sierva que la acompañara en su viaje al campamento asirio, y que llevara vino, pan y una torta de higos, lo que serviría para poder ir hasta el general y ofrecérselo, y así el general no sospecharía de ella.
    Por el camino al campamento enemigo se encontraron con dos soldados del general, que no las dejaban pasar, Judit muy lista, les dijo que se sabía un camino que les llevaría hasta Jerusalén sin ser vistos, los soldados al oír eso la dejaron pasar sin ningún problema, también ayudó lo guapa que iba Judit.

    Se presentaron frente a la tienda del general, primero entro Judit y luego su sierva, todos los criados del general se quedaron mirando a Judit, y se asombraron con su belleza, Judit se acercó al general y le dijo que había sido enviada para decirle el camino que le llevaría a Jerusalén.
    El general se alegró mucho al escuchar la noticia y decidió preparar un banquete para celebrarlo. Todos se pusieron a beber y a comer hasta que cayó la noche, los criados del general agotados se fueron a sus casas a descansar y se quedaron Judit y el general solos. Holofermes estaba borracho debido a que había bebido mucho vino, Judit se acercó sigilosamente, saco un cuchillo y se lo clavo.

    Judit y su sierva ya de noche, consiguieron salir sin problemas debido a que todos los guardias ya estaban dormidos. Fueron a la presa donde unas vallas junto a unos palos impedían el paso del agua, los quitaron y el agua volvió a correr de nuevo.

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    1. REVISA LO QUE TE INDICO

      David30 de septiembre de 2012 11:05

      Había una vez SP en un pueblo llamado Betulia, una joven llamada Judit. Judit era muy guapa y tenía a su cargo algunas riquezas y varios siervos que la habían regalado. Quería liberar a su pueblo, ya que unos asirios, unas colinas mas arriba SP les habían cortado el agua al pueblo,SP en este la gente ya no podía aguantar mucho tiempo mas sin agua.

      Judit le rezó a Dios y le pidió consejo para que la ayudase a conseguir la preciada agua,SP poco después de rezar, Judit se puso su mejor traje-LÉXICO y sus joyas más valiosas,SP pidió a una sierva que la acompañara en su viaje al campamento asirio, y que llevara vino, pan y una torta de higos, lo que serviría para poder ir hasta el general y ofrecérselo, y así el general no sospecharía de ella.

      Por el camino al campamento enemigo se encontraron con dos soldados del general, que no las dejaban pasar, SP Judit, QUE ERA muy lista, les dijo que se sabía un camino que les llevaría hasta Jerusalén sin ser vistos,SP los soldados SP al oír eso SP la dejaron pasar sin ningún problema, (también ayudó lo guapa que iba Judit > RELLENO A DESTIEMPO).

      Se presentaron frente a la tienda del general, SP primero entro (TILDE) Judit y luego su sierva,SP todos los criados del general se quedaron mirando a Judit, y se asombraron con su belleza, SP Judit se acercó al general y le dijo que había sido enviada para decirle el camino que le llevaría a Jerusalén.

      El general se alegró mucho al escuchar la noticia y decidió preparar un banquete para celebrarlo. Todos se pusieron a beber y a comer hasta que cayó la noche, los criados del general agotados se fueron a sus casas (¿?) a descansar y se quedaron Judit y el general solos. Holofermes estaba borracho (debido a que había bebido mucho vino> SE SUPONE), Judit se acercó sigilosamente, saco-TILDE un cuchillo y se lo clavo-TILDE.

      Judit y su sierva SP ya de noche, consiguieron salir sin problemas debido a que todos los guardias ya estaban dormidos. Fueron a la presa donde unas vallas junto a unos palos impedían el paso del agua, los quitaron y el agua volvió a correr de nuevo (Y AL DÍA SIGUIENTE LOS SOLDADOS VOLVIERON A CORTAR EL AGUA, ¿NO CREES?).

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  20. Hace mucho tiempo en Israel un ejército poderoso quería conquistar Betulia y esclavizar a todos los habitantes del pueblo.

    Vivía allí una chica joven y guapa con algo de dinero y animales llamada Judit.

    Un día pidió ayuda a Dios para que salvase a su pueblo, se vistió con su mejor vestido, se puso sus joyas y decidió mostrarse ante el general jefe del ejército para acabar con el problema.

    Le dio a su esclava un pellejo de vino, un frasco de aceite, una porción de pan y tortas de higo para el camino.

    Yendo hacia el valle se encontraron a dos soldados del ejército. Judit les dijo que iba a servir al general. Gracias a eso y a su belleza la dejaron continuar.
    Cuando llegó Judit ante el general todos se quedaron impresionados de lo guapa que era.Judit le dijo que había sido enviada para guiarle y ayudarle a conseguir sus propósitos.

    Esta noticia alegró mucho al general y por ello celebró un banquete enorme. En el banquete no pararon de comer y bebieron mucho vino.
    Cuando ya era tarde, los criados del general que estaban cansados se fueron a dormir. Se quedaron solos Judit y el general que estaba agotado y medio dormido. Judit aprovechó este momento para acabar con la vida del general.
    Después de matarle escapó sigilosamente del campamento, todos estaban dormidos y le resultó fácil escapar.

    Todos los del pueblo dieron las gracias a Judit por salvarles y celebraron una gran fiesta en su honor.

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    1. CALIFICACIÓN > 5,5

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      Hace mucho tiempo SP en Israel SP un ejército poderoso quería conquistar Betulia y esclavizar a todos los habitantes del pueblo.

      Vivía allí una chica joven y guapa con algo de dinero y animales llamada Judit.

      Un día pidió ayuda a Dios para que salvase a su pueblo, se vistió con su mejor vestido, se puso sus joyas y decidió mostrarse ante el general jefe del ejército para acabar con el problema.

      Le dio a su esclava un pellejo de vino, un frasco de aceite, una porción de pan y tortas de higo para el camino.

      Yendo hacia el valle se encontraron a dos soldados del ejército. Judit les dijo que iba a servir al general. Gracias a eso y a su belleza la dejaron continuar.
      Cuando llegó Judit ante el general todos se quedaron impresionados de lo guapa que era. Judit le dijo que había sido enviada para guiarle y ayudarle a conseguir sus propósitos.

      Esta noticia alegró mucho al general y por ello celebró un banquete enorme-LÉXICO. En el banquete no pararon de comer y bebieron mucho vino.

      Cuando ya era tarde, los criados del general que estaban cansados se fueron a dormir. Se quedaron solos Judit y el general SP que estaba agotado y medio dormido. Judit aprovechó este momento para acabar con la vida del general.

      Después de matarle SP escapó sigilosamente del campamento, (todos estaban dormidos y le resultó fácil escapar >PARECE DESORDENADO).

      Todos los del pueblo dieron las gracias a Judit por salvarles y celebraron una gran fiesta en su honor.

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  21. Érase una vez un pueblo de Israel llamado en donde entró un ejército liderado controlado por Holofernes. Este ejército había cerrado todas las entradas de agua, matando a todo el pueblo de sed, para así dejarles indefensos y convertirles en esclavos.

    En una casa de Betulia vivía una mujer muy bella llamada Judit. Estaba harta de no tener agua y pidió ayuda a Dios para que le ayudara a llevar a cabo un plan contra Holofernes. Una vez hubo acabado, fue a casa a bañarse, a ponerse su vestido más elegante y sus joyas más preciosas, haciéndola una princesa para cualquier hombre. Antes de partir a ver a Holofernes pensó que le podría venir bien un pellejo de vino, aceite, pan y tortas de higos, así que lo llevo con ella.

    Cuando iban de camino, se encontró a unos soldados de Holofernes, pero debido a su belleza y a que no aparentaba peligro, la dejaron continuar. Una vez que llegó frente a Holofernes, Judit intentó engañarle diciéndole que había sido enviada para comunicarle un nuevo acceso mas rápido y seguro a Betulia. Holofernes no hizo mucho caso e invitó a Judit a beber vino junto a sus hombres, a lo que ella aceptó.

    Pasadas unas horas, todo el ejército estaba completamente borracho y Judit aprovechó que se había quedado dormido para herirle en el cuello y matarle.

    Judit logró regresar a Betulia y fue recibida con una fiesta por todo lo alto en donde estaban todos los habitantes del pueblo muy contentos ya que eran libres y volvían a tener agua.

    DAVID GONZÁLEZ

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    1. REVISA LO QUE TE INDICO



      Érase una vez un pueblo de Israel llamado ¿? en donde entró un ejército liderado controlado (SOBRA UN ADJETIVO) por Holofernes. Este ejército había cerrado todas las entradas de agua, matando (¿?) a todo el pueblo de sed, para así dejarles indefensos y convertirles en esclavos.

      En una casa de Betulia vivía una mujer muy bella llamada Judit. Estaba harta de no tener agua y pidió ayuda a Dios para que le ayudara a llevar a cabo un plan contra Holofernes. Una vez hubo acabado, fue a casa a bañarse, a ponerse su vestido más elegante y sus joyas más preciosas, (¿haciéndola una princesa para cualquier hombre? < HAY QUE EXPRESARLO CON MÁS PRECISIÓN). Antes de partir a ver a Holofernes pensó que le podría venir bien un pellejo de vino, aceite, pan y tortas de higos, así que lo llevo-TILDE con ella.

      Cuando iban de camino, se encontró a unos soldados de Holofernes, pero debido a su belleza y a que no aparentaba peligro, la dejaron continuar. Una vez que llegó frente a Holofernes, Judit intentó engañarle diciéndole que había sido enviada para comunicarle un nuevo acceso mas rápido y seguro a Betulia. Holofernes no hizo mucho caso e invitó a Judit a beber vino junto a sus hombres, a lo que ella aceptó.

      Pasadas unas horas, todo el ejército estaba completamente borracho y Judit aprovechó que se había quedado dormido (¿QUIÉN?) para herirle en el cuello y matarle.

      Judit logró regresar a Betulia y fue recibida con una fiesta por todo lo alto en donde estaban todos los habitantes del pueblo muy contentos ya que eran libres y volvían a tener agua.

      DAVID GONZÁLEZ

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  22. Había una vez hace mucho tiempo en un pueblo llamado Betulia una mujer muy guapa y rica que se llamaba Judit. Betulia estaba en guerra con un pueblo muy poderoso que tenía como líder al general Holofernes, un hombre malvado y cruel que quería convertir a los habitantes de Betulia en esclavos. Cuando parecía que la ciudad estaba perdida, Judit pidió ayuda a Dios.

    A la mañana siguiente Judit trazó un plan en el que intentaría engañar al general Holofernes y a si salvar a su pueblo de la esclavitud. Se vistió con sus mejores prendas de seda verde y se puso un colgante de oro y un brazalete de plata, se marchó al campamento enemigo y cuando llegó a sus puertas dijo a los guardias que le iba a decir al general un camino secreto para entrar en Betulia. Los generales no se lo pensaron y la dejaron pasar.

    Cuando llegó a la tienda del general, Judit cumplió con lo acordado y Holofernes se puso tan contento que celebró un banquete e invitó a Judit. Cuando llegó la noche, los guardias se fueron a dormir y se quedaron solos Judit y Holofernes. Esta pidió a Dios que le diese fuerza para acabar con Holofernes. Cuando terminó su oración le quitó su espada a Holofernes y le fulminó con una sola estocada. Judit salió corriendo del campamento mientas los soldados de Holofernes dormía.

    Cuando llegó a Betulia, fue aclamada por todo el mundo y fue nombrada reina.

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    1. REVISA LO QUE TE INDICO

      CALIFICACIÓN > 5,5

      Había una vez hace mucho tiempo SP en un pueblo llamado Betulia SP una mujer muy guapa y rica que se llamaba Judit. Betulia estaba en guerra con un-OTRO pueblo muy poderoso que tenía como líder al general Holofernes, un hombre malvado y cruel que quería convertir a los habitantes de Betulia en esclavos. Cuando parecía que la ciudad estaba perdida, Judit pidió ayuda a Dios.

      A la mañana siguiente Judit trazó un plan en el que intentaría engañar al general Holofernes y a si-ORTOGRAFÍA salvar a su pueblo de la esclavitud. Se vistió con sus mejores prendas de seda verde y se puso un colgante de oro y un brazalete de plata, se marchó al campamento enemigo y cuando llegó a sus puertas dijo a los guardias que le iba a decir (DIJO-DECIR > ALTERNATIVAS) al general un camino secreto para entrar en Betulia. Los generales (¿UNO O MÁS GENERALES?) no se lo pensaron y la dejaron pasar.

      Cuando llegó a la tienda del general, Judit cumplió con lo acordado y Holofernes se puso tan contento que celebró un banquete e invitó a Judit. Cuando llegó la noche, los guardias se fueron a dormir y se quedaron solos Judit y Holofernes. Esta pidió a Dios que le diese fuerza para acabar con Holofernes. Cuando terminó su oración SP le quitó su espada a Holofernes y le fulminó con una sola estocada. Judit salió corriendo del campamento mientas los soldados de Holofernes dormíaN.

      Cuando llegó a Betulia, fue aclamada por todo el mundo y fue nombrada reina.

      ¿Y QUÉ PASÓ CON EL AGUA?

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  23. Érase una vez un pueblo de Israel llamado Betulia en donde entró un ejército liderado por Holofernes. Este ejército había cerrado todas las entradas de agua, para así dejarles indefensos y convertirles en esclavos.

    En una casa de Betulia vivía una mujer muy bella llamada Judit. Estaba harta de no tener agua y pidió ayuda a Dios para que le ayudara a llevar a cabo un plan contra Holofernes. Una vez hubo acabado, fue a casa a bañarse, a ponerse su vestido más elegante y sus joyas más preciosas, haciéndola una mujer muy bella. Antes de partir a ver a Holofernes pensó que le podría venir bien un pellejo de vino, aceite, pan y tortas de higos, así que lo llevó con ella.

    Cuando iban de camino, se encontró a unos soldados de Holofernes, pero debido a su belleza y a que no aparentaba peligro, la dejaron continuar. Una vez que llegó frente a Holofernes, Judit intentó engañarle diciéndole que había sido enviada para comunicarle un nuevo acceso mas rápido y seguro a Betulia. Holofernes no hizo mucho caso e invitó a Judit a beber vino junto a sus hombres, a lo que ella aceptó.

    Pasadas unas horas, todo el ejército estaba completamente borracho y Judit aprovechó que Holofernes se había quedado dormido para herirle en el cuello y matarle.

    Judit logró regresar a Betulia y fue recibida con una fiesta por todo lo alto en donde estaban todos los habitantes del pueblo muy contentos ya que eran libres y volvían a tener agua.

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  24. Nélida Makuba Modificado


    Érase una vez una mujer bella llamada Judit procedente de Jerusalén había perdido a su marido, el cual le había dejado oro, plata y mucha riqueza. Judit era muy religiosa,un día fue al templo a orar a Dios para que le diera fuerzas por lo que iba a hacer.

    Su pueblo,los habitantes de Betulia, se habían quedado sin agua porque el campo de los asirios, sus carros y su caballería habían sido cercados.
    La mujeres y los niños se desmayaban y se caían sin fuerzas en las calles de la ciudad.

    Para poder salvar a su pueblo Judit se tenía que dirigir al valle donde se encontraba el general Holofernes. Por ello se bañó y se puso muy bonita con las mejores joyas que le había dejado su marido. Judit y su criada partieron de camino al valle donde se encontraban los asirios, estos la detuvieron y la preguntaron que quién era y a dónde se dirigía y ella les respondió que iba a ver a Holofernes.

    Como vieron que era tan bella la dejaron pasar acompañada por dos de sus hombres. Se presentó ante Holofernes y tras una larga conversación la invitó a comer y beber.
    Cuando llegó la noche los siervos se fueron. Judit se quedó a solas con Holofernes, aprovechando el momento mencionando estas palabras en su corazón dijo: Dios de Israel dame fuerzas por lo que voy a hacer.

    Agarró del cabello a Holofernes y le hirió dos veces en el cuello cortándole la cabeza, escondió su cuerpo y le entregó la cabeza a la sirvienta que iba con ella.Una vez fuera Judit colgó la cabeza de Holofernes en la muralla de la ciudad.

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  25. Había una vez, en un pueblo llamado Betulia, una joven llamada Judit. Judit era muy guapa y tenía a su cargo algunas riquezas y varios siervos que la habían regalado. Quería liberar a su pueblo, ya que unos asirios, unas colinas mas arriba, les habían cortado el agua al pueblo en este la gente ya no podía aguantar mucho tiempo mas sin agua.

    Judit le rezó a Dios y le pidió consejo para que la ayudase a conseguir la preciada agua que necesitaba el pueblo. Poco tiempo después de rezar, Judit se puso su mejor vestido y se adorno con sus mejores joyas. Le pidió a una sierva que la acompañara en su viaje al campamento asirio, y que llevara vino, pan y una torta de higos, lo que serviría para poder ir hasta el general y ofrecérselo, y así el general no sospecharía de ella.

    Por el camino al campamento enemigo se encontraron con dos soldados del general, que no las dejaban pasar. Judit, que era muy lista, les dijo que se sabía un camino que les llevaría hasta Jerusalén sin ser vistos, los soldados, al oír eso y ver lo bien vestida que iba Judit, la dejaron pasar sin ningún problema.

    Se presentaron frente a la tienda del general. Primero entró Judit y seguido de ella, su sierva. Todos los criados del general se quedaron mirando a Judit, y se asombraron con su belleza. Judit se acercó al general y le dijo que había sido enviada para decirle el camino que le llevaría a Jerusalén.

    El general se alegró mucho al escuchar la noticia y decidió preparar un banquete para celebrarlo. Todos se pusieron a beber y a comer hasta que cayó la noche, los criados del general agotados se fueron a sus tiendas a descansar. Se quedaron Judit y el general solos. Holofermes estaba borracho y medio dormido, Judit se acercó sigilosamente, sacó un cuchillo y se lo clavó.

    Cayó la noche, Judit y su criada, consiguieron salir sin problemas debido a que todos los guardias ya estaban dormidos. Fueron a la presa, donde unas vallas junto a unos palos impedían el paso del agua, los quitaron y el agua volvió a correr de nuevo.
    Al día siguiente los soldados de Holofermes, entraron a la tienda y vieron el cuerpo sin vida de su general, asustados por ello, todos salieron corriendo y se fueron muy lejos de allí. Así el pueblo de betulia consiguió expulsar el asentamiento asirio.
    DAVID Fernández.

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