viernes, 16 de enero de 2015

4A: Carta de Lady Di

Al hilo de la Sonatina, de Rubén Darío, Lady Di escribe desde el más allá una carta de unas veinte o veinticinco líneas al Príncipe de Gales (que no es seguramente aquel "feliz caballero que te adora sin verte"...).

Cierre: Lunes, 19, 20h

29 comentarios:

  1. Querido Carlos,
    Soy yo, tu intento de humillación, espero que al menos tu te divirtieras. Después de tanto tiempo he podido pensar mucho y al fín y al cabo he de darte las gracias. Gracias, porque, por tus humillaciones al estar con otra mujer y tus menos precios hacia mí me has hecho más fuerte, y me has guiado al camino que me ha hecho felíz.
    La vida nos hace preguntas y cada respuesta a su vez nos hace otra pregunta y la única respuesta que parece lejana, pero, es la única real, es la muerte. Allí me llevaste tú. Mataste mi cuerpo pero no mi corazón. Fueros, dias, semanas, meses horribles.Vómito tras vómito, lágrima tras lágrima trataba de ponerme guapa para tí, para que me desearas y poder ser felices juntos. Pero nuestro cuento de habas ya había acabado. Yo no necesitaba a millones de personas aprovando nuestro amor desde las televisiones de los salones de sus casas, es más, posiblemente fueron ellos los que mataron nuestra relación.
    Cuida a nuestros hijos todo lo que no supiste cuidarme a mí.
    Me hiciste valiente y decidí alejarme de ti por todos los medios, me abriste los ojos y el camino al cuento de hadas que empezé con un nuevo amor.
    El único deseo que no he podido cumplir es el anonimato, la indiferencia, el ser libre y normal, pero tal vez el destino está escrito y al menos deseo que mi vida haya podido ser reflejo y por consecuencia haber hecho fuertes a muchas mujeres maltratadas e indeseadas.
    Se que fuiste tu quién decidió cambiar el rumbo de ese coche hacia el vacio, pero recuerda que el único vacío que existe en esta historia es el que tienes tú en el corazón...por mi perdido.

    Lucia Córdoba Moreno

    ResponderEliminar
  2. Mi querido Carlos;

    Tal vez no sepas quién te escribe, quién soy yo. Probablemente ya ni me recuerdes. Pero yo a ti sí. Dieciocho años después de irme, te escribo para despedirme de ti definitivamente.

    No te odio por todo lo que me hiciste, pero aún no te he perdonado. Posiblemente jamás pueda perdonarte. Lo que me hiciste no tiene nombre. No te hecho en cara que no me amaras. Eso ya te lo perdoné… Pero lo que no soy capaz de olvidar fue tu cobardía. ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Tanto te costaba decirme que no me querías a tu lado? ¿Qué querías a Camila de Cornualles? Por suerte me di cuenta de que ocurría a mí alrededor.

    Toda una faena, ¿verdad? Me divorcié de ti, como debía de haber hecho hace mucho tiempo. Y créeme cuando te digo que no me arrepiento por ello. Me sentía libre, nueva… distinta. Dejé de ser la cara bonita que te acompañaba a todos lados. Me alejé de ti. Y por lo que parece no te fue suficiente. Preferiste a Camila antes que a mí. Y lo acepté. ¿Qué más querías?
    Conocí a Dodi Al-Fayed. Rehíce mi vida con él. Era feliz a su lado. Pero claro, eso no era de tu gusto. Y como no era de tu gusto, nos mataste. No se qué pretendías acabando con nosotros, pero lo que sí se es que gracias a ti, estamos en otro sitio. Lejos de las cámaras, de los paparazzi, del estrés, y de ti.

    Con esta carta lo que pretendo es decirte que siento mucho que lo nuestro no funcionara, pero siento más aún que seas así de ruin. No se cuales fueron tus razones para cometer semejante atrocidad, pero espero que te arrepientas por ello.

    Te deseo lo mejor que puedo desearte; Lady Diana de Gales

    Layla Bueno Vaquero 4ºA

    ResponderEliminar
  3. Querido Carlos,
    Te escribo desde el más allá, a donde tú me enviaste. Gracias al poco afecto que me tenías, encontré a alguien quien sí supo convertir mi vida en un cuento de hadas. Que sepas que a pesar de habernos separado y haber renunciado a todos y cada una de las riquezas de la vida a tu lado, esa decisión no me hizo tan infeliz como tú esperabas. He llegado a comprender gracias al rumbo que ha tomado mi vida, que la felicidad no se basa en tener una casa enorme, tener joyas o un jardín estupendo ni siquiera en tener fama, la felicidad se encuentra al lado de una persona que realmente quieras, eso sí que es la riqueza verdadera.
    Espero que estés cuidando bien a nuestros hijos y que como padre o incluso como abuelo, que en algún futuro no muy lejano serás, seas mejor de lo que lo fuiste como marido. Aunque todos crean que fueron los paparazzis los culpables de mi fallecimiento, quiero hacerte saber que tú fuiste quien realmente me mato, no digo que hayas sido el que haya llevado a cabo mi asesinato pero sí eres culpable de la muerte de mis sentimientos.
    Como no quiero alargarme más, puesto que no te lo mereces, me despido aquí y espero que cuando te llegue la hora de venir aquí no te encuentres con tus remordimientos.
    Lady Di
    saray maculet 4A

    ResponderEliminar
  4. Querido Carlos,
    Hace ya 18 años que me marché del mundo, bueno puede que del tuyo unos pocos más. Como puedo ver las aguas han vuelto a su ser, has hecho frente a Elithabeth de una vez y por fin estas con Camila, lástima que no hubiera accedido antes, total para acabar igual, se habría ahorrado muchos problemas, sobre todo se habría ahorrado mi vida. Mi vida, que lejana me resulta ahora en este lugar donde no hay sol, pero tampoco llueve, no hace frío, ni calor, en el que la gente anda muda absorta en sus recuerdos, los únicos que en el fondo de su alma pueden aproximarlos al pasado, haciéndolos tener leves sentimientos. Sentimientos, como los echo de menos, y eso que fueron ellos los que me cegaron ante tu engaño y me mantuvieron así, ciega durante un tiempo hasta que la fuerza de la evidencia pudo con ellos y me dejó al descubierto frente a tal situación. También fueron ellos los que me hicieron meterme en el bucle de la vida real, en la que solo existe la perfección, los protocolos y el honor. Desde el momento en el que entras en el no puedes salir a no ser que lo pagues con tu vida y aun así, siempre pasando antes por los túneles de flashes, las incesantes entrevistas y finalmente la extinción de tu intimidad. Una vez que has entrado en ese círculo, nunca más vuelves a recuperar tu identidad. Aunque los sentimiento no solo me han traído cosas malas, también me han hecho grandes regalos como convertirme en un referente femenino moderno y sobre todo a mis dos hijos Harry y William. Ya que aunque mi vida no haya sido ni parecida a un cuento de hadas por ellos no volvería atrás. Por eso te escribo, para que por favor cuides de ellos ya que yo ya no puedo y sobretodo que nunca les obligues a casarse o a convertirse en víctimas del protocolo.
    Sinceramente,
    Diana.


    ALBA BERGAZ ALONSO 4ºA

    ResponderEliminar
  5. Antes de nada, me gustaría aclararte varias cosas. En realidad, no es James, sino tu el padre de mi hijo Enrique y quiero, que aparte de eso le digas a Harry que su madre esta muy orgullosa de él, y que será sin duda mejor Rey de Inglaterra, Holanda y Gales que tu, aún que no me gusta que la prensa le persiga por sus escándalos con el alcohol, yo mejor que nadie se lo que es tener a los medios encima todo el día. También que no fueron los reporteros y sus deslumbrantes flashes causa de mi muerte, ni mucho menos de los servicios de inteligencia británicos. Detallare al final de mi carta. Dile asimismo a Guillermo que le hecho muchísimo de menos y que espero con toda mi desgarrada alma que su relación con Catalina (una mujer fantástica) vaya mejor que la nuestra. También quería decirte que en realidad no estaba embarazada el día de mi muerte como tanto se ha especulado, ¿cómo me iba a quedar embarazada de un repugnante moro? De nuestro tormentoso trato como pareja mejor ni escribo.

    Mala educación tendría si no me hubiera presentado, mi nombre es Diana Frances Spencer, princesa de Gales.

    Era de noche, y el asqueroso de Dodi había estado poniéndose ebrio desde las diez en el hotel. Ya sabía que una de las únicas cualidades que aquel moro tenia era su aguante a la hora de beber, y que aun que fuese dando tumbos, cuando cogiese el coche para ir a aquella jamás celebrada fiesta no correríamos peligro. Días antes fui a un herbolario de la zona de manera muy discreta y compre boldo en gran cantidad, que machaque y se lo di a beber junto con su whisky. Suicidio.

    Estaba harta de la dependencia. Depender del hombre, de los medios de comunicación, de mis hijos y mi familia, a parte de las trillones de personas que sin conocerme se atrevían a criticarme o a apoyarme solo con verme a través de una pantalla. Toda la vida defendiendo la libertad y ni me había dado cuenta de que yo no la tenía. Conocía que el día siguiente medio mundo lloraría o celebraría mi muerte, pero nadie se daría cuenta de que yo misma la había planeado.

    Recuerdo que “Barbie girl” aquella pegadiza canción de Aqua estaba sonando en la radio cuando me di cuenta de que el moro se estaba empezando a quedar dormido, la infusión estaba dando efecto. Te preguntaras que hacía yo en una relación con aquel egipcio, y encima musulmán. No lo sé ni yo. Supongo causa de la demencia o el afán de protagonismo. Fogonazos intensos de un coche de adelante. No era nuevo, los periodistas me perseguían día a día desde el 81. El Rolls Royce que ‘conducía’ Dodi, ya dormido, se desviaba vertiginosamente hacia la mediana. Todo paso tan rápido, y en segundos nada.

    Estaba muerta, y milésimas de segundo antes creía libre. Pero solo así me di cuenta de que la libertad real, solo se consigue dos veces por suerte para una persona. La primera en el momento exacto en el que se nace, y la siguiente al morir, y en segundos nada.

    CARTA DE LADY DI A CARLOS DE GALES, PRINCIPE DE REINO UNIDO.
    Miguel Ángel Rodríguez, 4ºA.

    ResponderEliminar
  6. Querido Carlos:

    Y digo querido sólo porque es lo común, es una simple forma de empezar una carta. Porque te quise, sí. Pero ya no. Tampoco te odio. En el mundo en el que estoy ya no queda espacio para esos sentimientos. Porque con la muerte te haces más sabio viendo la vida con otra perspectiva. Desde aquí puedo entenderte mejor de lo que nunca creí que lo haría.

    Tú también estuviste encerrado en una jaula de mármol, sentado en tu silla de oro. Querías a una mujer pero no te podías casar con ella, ni formar una familia. Supongo que la presión en el palacio te hizo casarte con alguien y no pensaste en que eso perjudicaría su vida marcándola para siempre.

    Podrías haber sido valiente e ignorar las convenciones, ignorar los prejuicios y casarte con tu verdadero amor. Pero no todo el mundo sirve para luchar y perseguir sus sueños. Afortunadamente creo que yo sí. Yo fui valiente y no me arrepiento de nada de lo que hice, de divorciarme, de irme, de ayudar. Ni siquiera, aunque parezca extraño, de casarme contigo. Porque así me hice fuerte y así fui yo. Me costó un tiempo rehacerme, encontrar una salida. Pero conseguí volver a ser feliz y eso es lo que cuenta.

    No olvidaré todos esos momentos. Si no me hubiera casado contigo quizás no habría conocido a Dodi, puede que no me hubiera decidido a ayudar a los demás y la gente nunca me habría conocido ni me hubiera dado todo ese cariño que recibí. Y lo más importante: no habrían existido nunca esas dos personas tan maravillosas que son mis hijos.

    Ahora estoy tranquila y te deseo también esa tranquilidad aunque sé que donde estás va a ser difícil.

    Hasta siempre,
    Diana.

    Berta Andolz

    ResponderEliminar
  7. Querido Carlos,

    Posiblemente me habrás olvidado , a pesar de que yo nunca lo hice , sí, yo, tu querida Lady Di . Han pasado dieciocho años desde que todo ocurrió y nunca he tenido el valor suficiente para enviarte esta carta desde el mas allá donde tu me enviastes a mí , es más , he borrado y rehecho esta carta miles y miles de veces pero por fin llegó ese momento tan inesperado .

    A estas alturas no te guardo rencor, porque en algún momento de nuestras vidas me hicistes feliz. Sinceramente , el que me da pena eres tu ,en el tipo de persona que te has convertido, un absoluto cobarde , que pena que me diese cuenta tan tarde, cuando mis lagrimas y mis sentimientos no podían ver mas allá de ti .¿ Tanto te costaba decirme que no me amabas ? parece ser que si . Me creastes falsas ilusiones ,un cuento de hadas el cual era todo una mentira . Me di cuenta tarde , cuando ya me tenías profundamente enamorada .

    Al cabo de un tiempo rehice mi vida con Dodi Al-Fayed una gran persona que supo valorarme todo lo que merecía pero parece ser que lo que mas daño nos hace el lo que mas nos engancha y así fue como tu acabastes con mi vida .

    Con todo esto , lo que que quiero decir es que cuides a nuestros hijos todo lo que no supiste cuidarme a mí y que cuando te llegue la hora de venir aquí no te encuentres con tus remordimientos y te arrepientas de todo el daño que me has hecho .

    Atentamente tu querida Lady Di

    Susana Bermúdez Herreros 4ºA

    ResponderEliminar
  8. Querido Carlos:

    Seguro que estarás pensando que se trata tan solo de una broma ya que yo me encuentro más allá de Inglaterra y de todo lo conocido hasta ahora y por lo tanto no podría enviarte esta carta. Siento comunicarte que te equivocas: soy yo, Diana, y me siento mucho más viva de lo que me sentía estando contigo.

    Como ya sabrás sufrí un desafortunado accidente de coche que tal vez no se trate únicamente de un exceso de velocidad y el descuido de no ponerme el cinturón. De hecho creo que podrían haber inhabilitado los frenos, ¿y qué mejor persona para ordenar que se lleve a cabo este encargo que un exmarido furioso porque su mujer decide romper las reglas monárquicas y divorciarse? Además, ¿quién iba a sospechar del pobre Carlitos al que su esposa había dejado con el corazón roto de dolor para más tarde irse con otro? Tal vez sea cierto que la policía no sospecha absolutamente nada de ti, incluso puede que les hayas sobornado para que no te involucren, al fin y al cabo perteneces a la realeza y no van a investigarte, pero yo no soy tan ingenua para pensar lo mismo después del infierno que viví durante años contigo. No solo ensuciaste el honor de nuestro matrimonio con tu amante sino que además me tratabas tan fríamente que quise suicidarme en múltiples ocasiones. Solo te preocupabas por ti pero, ¿y yo qué? Ignorarme y no mantener relaciones conmigo era muy fácil para ti siendo el cobarde que eres. Pero aun así yo te quería y ver tu indiferencia me estaba matando. Claro que cuando te presenté el divorcio no te lo esperabas, siempre me infravalorabas. Por eso no soportaste la noticia de mis planes de boda en París, desconozco como te enteraste aunque no debería extrañarme con la cantidad de espías que trabajaban para ti, y supondrías que los periodistas me seguirían y que cogería el coche inmediatamente. Y además matabas a dos pájaros de un tiro, literalmente, ya que también mi futuro esposo corrió la misma suerte que yo. Debo admitir que ha sido un plan muy inteligente para tu coeficiente intelectual lo que me hace pensar si lo llevaste a cabo tú solo. Espero que tu amable corazón no involucrase a tu adorable amante para no meterla en problemas. Sería una pena que acabase ella en la cárcel pagando también por tus pecados.

    Con todo mi aprecio y mis buenos deseos, desde el Más Allá
    Lady Di, tu siempre amada Diana.

    Alba Molina Muedra 4ºA

    ResponderEliminar
  9. Querido Carlos:

    Te escribo desde el más allá para decirte que no me arrepiento de nada. Quizá ahora veo las cosas de otro color, no todo es blanco y negro. Solo me arrepiento de caer en depresión, e intentar quitarme la vida, porque si lo hubiese logrado ahora no estaría con la persona que de verdad se merece mi cariño, Dodi.

    Reconozco que lo pase realmente mal cuando descubrí que no me amabas, que tendría que pasar toda mi existencia con alguien que tenía una aventura con otra mujer. En ese momento no sabía qué hacer, simplemente me hundí, deje de ser la que era y me convertí en alguien que solo deseaba morir.

    Sabes tan bien como yo que ser la reina no es algo fácil, que hay que rechazar muchas cosas para serlo, y yo lo hice, lo hice por ti, porque pensaba que de verdad me amabas y que todo sería maravilloso. Por eso me hundí, porque renuncie a muchas cosas por ti. Y en el momento que me entere de la verdad, en ese momento fue cuando aprendí que todo el dinero del mundo no te da la felicidad sino tienes a nadie que te quiera con quien compartirlo.

    Finalmente, después de varios años pensando y pensando me di cuenta, no tenía por qué aguantar a semejante persona. Aunque el daño ya estaba hecho, tuve oportunidad de intentar rehacer mi vida. Sin embargo, sé que esa idea te horrorizaba, el simple hecho de que una mujer te dejara y quisiese vivir su vida era algo inimaginable y menos siendo la futura reina.

    Nunca me pude librar de los paparazzi, ni de haber sido una princesa. Nose si eso fue la causa de mi muerte o realmente te molesto tanto que quisiste pararme. Realmente me da igual ya que al final todos morimos y yo lo hice con la persona indicada. Espero que aprendieras la lección y cuidases bien de nuestros hijos, para que ellos algún día puedan tener mejores vidas que las nuestras.

    Atentamente Lady Di.


    Elena Puyo Marcos 4ºA

    ResponderEliminar
  10. Querido Carlos,
    Tu tendrás tu versión de todo lo ocurrido, sin embargo no lo puedes confirmar, piensas que estas a salvo bajo esa corona y que nadie sabe lo que has hecho, en esta carta te escribo todo lo que sucedió en realidad. Pero…¿por qué no empezar desde el principio?.
    Como ya sabrás, inicialmente tu yo mantuvimos una buena relación, no obstante se empezó a torcer. Todo empezó cuando me quejé de tu parsimonia, cosa de la que me puedo llegar a arrepentir viendo lo sucedido, pero ya es demasiado tarde. El caso es que tu te volviste a ver con Camilla, al principio no me preocupé demasiado, pero el número de veces que la veías aumentó, fue entonces cuando empecé a valorar la opción de que fuese tu amante, intenté hablar contigo, siempre lo intenté, pero tus contestaciones eran cortas o con monosílabos. Entré en una depresión profunda hasta llegar a la práctica de bulimia o de autolesionarme. A ti esto te daba igual, tampoco recibí el mínimo apoyo de la familia real.
    Llegué a un punto que no podía más, necesitaba un cambio, venganza por lo mal que me habías tratado, ahí fue cuando conocí a Dodi (el egipcio). El amor entre él y yo surgió con el tiempo, yo solo quería estar con él para tener un motivo por el que divorciarme, y lo conseguí, al divorciarme conseguí mi venganza dejándote en evidencia delante de todo Inglaterra.
    Hasta aquí más o menos es lo que todo el mundo conoce. Lo que no se sabe es que esta venganza que yo me tome te sentó francamente mal y como bien sabes mi accidente de coche no fue casual. Tu diste el chivatazo de que yo iba a ir a París y allí mientras viajaba, me empezaron a seguir cientos de paparazzis, era de noche y había tantas cámaras y tantos flashes que no se podía ver un metro más allá, como otros dos coches, mi conductor perdió el control. ¿Todo esto te suena no? Bien, no me sorprende, sería muy caballeroso por tu parte convocar a los medios e informar de la verdadera historia de mi muerte, obviamente no lo harás, tampoco me sorprende. Solo te digo una cosa, por mucho que te apoyes en Camilla y que trates de olvidar lo sucedido, el fantasma de mi muerte siempre estará contigo.
    Diana.

    ResponderEliminar
  11. Querido príncipe de Gales,

    Podrás imaginarte quién soy. Me pregunto si tendrás algún remordimiento sobre lo que hiciste, ya sabes de lo que hablo, mi muerte. Entiendo que estés dolido, todos cometemos errores, pero un error no se justifica con la muerte.

    Qué irónico, princesa de los corazones, y el mío estaba roto.

    Cómo pude imaginar yo, que una simple auxiliar de enfermería, sería capaz de llenar el corazón de un heredero al trono. Con tu desamor me diste la vida, pero a la vez me la quitaste. Paparazzi, darme a conocer, mi reconocido esfuerzo y continua lucha y finalmente poder encontrar el verdadero amor. Esos fueron mis mejores años, que acabaron convirtiéndose en los peores. Lo que ántes me dio la fama, acabó por arrebatarme lo todo, incluida la vida.

    Tienes que reconocer que la chispa de nuestro amor se había acabado, ya no había amor, ni cariño, todo eran mentiras y falsas esperanzas que vertíamos el uno al otro. Si no me divorcié antes fue porque te tenía aprecio y no quería herir tus sentimientos.

    Creí haber entrado en un cuento de hadas cuando me casé contigo, pero eso no era cierto, ya que, cuando conocí a Dodi me colé en una historia que se llamaba `realidad´ en la que no habían falsas esperanzas ni mentiras, sino, un lado del amor que jamás había visto. Este se basaba del respeto mutuo básicamente, algo que tu y yo jamás habíamos tenido ni íbamos a tener.

    Bueno, creo que por fin ha acabado mi reality show como lo denominaban las setecientas millones de personas que seguían nuestras vidas a través de la televisión, y que, junto a tí, me habían condenado a morir.

    Espero que estés cuidando de nuestros hijos, que es lo único que finalmente merece la pena de nuestra relación.

    Besos,
    Diana



    Daniel Sanz Fernández 4ºA

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Antes en el tercer párrafo lo he puesto con tilde, es que se me ha colado.

      Daniel Sanz Fernández

      Eliminar
  12. Querido Carlos,

    Te escribo esta carta por placer propio, para automedicarme y liberarme expresando todos los pensamientos que me están comiendo la cabeza y que están ansiosos de liberarse.

    Recuerdo perfectamente aquellos primeros momentos de completa euforia contigo. Esos momentos que no duran más que un instante y que rápidamente se ven nublados por todas las terribles emociones que me hiciste pasar después. Cantidades incalculables de dolor y sufrimiento.

    ¿Cómo puede ser alguien tan monstruoso?

    Pobre de mí que no me di cuenta desde el principio.
    En vez de seguir por mi camino tuve que meterme en aquel lugar que parecía sacado de un cuento de hadas, era como un paraíso, una fantasía real. Pero que luego, en cuanto más me adentraba en él, más oscuro y horrible se iba haciendo.

    Sinceramente, me costaba pensar que consiguiese salir de aquella horrenda situación, pero lo hice. Fui capaz de escapar de mi propia autodestrucción . Aunque con señales que marcaban la situación en la que me encontraba.


    Carlos, me hiciste mucho daño pero también me enseñaste a querer, puede que haya aprendido algo, y es que, aún en las cosas más horribles se pueda encontrar algo bueno.

    Siempre me acordaré de ti, espero que tu también lo hagas.

    Nicolás Ruiz Rodríguez 4ºA

    ResponderEliminar
  13. Estimado Charles:

    Quiero expresarte mi alegría, ya que por fin te has enterado de que Harry, el heredero del trono, no es hijo tuyo, sino de James Hewitt, el profesor de equitación, con el que tuve un tórrido romance cuando tú estabas de viaje, allá por el año 83. Y, ¿por qué hice esto? ¿Por amor a él? No, cuando me casé contigo perdí la esperanza del amor, y la recuperé cuando me divorcié de ti (curioso, puesto que suele ser al revés). Lo hice, en pocas palabras, para fastidiártela y liártela. Seguramente estés pensando: "Esta mujer me la lía hasta después de muerta". Pues sí, y ahora vas a saber lo que es la humillación que se siente cuando te engañan.

    Por cierto, aunque la gente sea tonta, yo no me chupo el dedo, sé que me cortaste los frenos cuando lo del accidente. Esa es tu manera de acabar con los problemas, ¿no? ¿Enviando a los Servicios Secretos? Pues te acabo de demostrar que hay formas más sutiles de liarla.
    Cuando fallecí hace ya dieciocho años, me quitaste la vida, pero me diste algo mejor. Me diste una nueva etapa en la que soy realmente feliz junto a la persona que amo, un inocente que no tenía ninguna culpa, mientras que tú estás haciendo cábalas sobre cómo escurrir el bulto del marrón que te dejé y hace poco ha salido la luz.
    Y me da que no solo a ti, sino que a todas las familias reales, en sentido figurado, se os sabe la corona a la cabeza. Sí, tenéis el ego muy subidito, y a la mínima os tomáis cualquier cosa como una ofensa a vuestra familia, nación e incluso raza. Pero no, si nuestro matrimonio no funciona, te aguantas y tragas con el divorcio, que es lo que toca por no haberme querido y haberme engañado con esa petarda de Camilla.

    Me hubiera gustado ir en persona, pero al no ser tangible, no hubieras sentido el puñetazo que te debo.

    Con cariño,

    DIANA.

    PD. He hablado con S. Pedro, que al cielo no entras ni de Blas.

    -Claudia Gómez 4A

    ResponderEliminar
  14. Adrián Vega Martín19 de enero de 2015, 18:47

    Querido Carlos,
    Te escribo desde el más allá, un mundo oscuro pero tan acogedor que al final te acostumbras a él. Lo primero felicitarte, como la verdadera princesa que soy,porque finalmente has conseguido lo que querías, la muerte de la única mujer que te ha plantado cara y se ha divorciado de ti. Ahora puedes vivir más tranquilo, ya puedes hacer oficial tu relación con Camila, la mujer de la que tan enamorado estabas.
    Carlos, tu tienes mucha culpa de mi accidente, o ¿ya no se puede pasear tranquilamente por París con alguien que me ha demostrado más que tu?, recuerda que estábamos divorciados, ¿acaso estabas celoso? De una manera u otra has intervenido en mi muerte, eso lo sabemos tanto tu como yo. Y todo por buscar ser feliz con otro hombre, por no querer aguantar tus continuas infidelidades, por querer sentirme mujer y ser libre... No me imaginaba que el Príncipe de Gales tuviera un concepto de las mujeres tan anticuado y machista, ni que llegaras a ciertos extremos de maldad, pero lo hiciste. Puede que no trucaras el coche, tampoco se si conocías a los reporteros ni si pudiste pagarlos para que me persiguieran. Desconozco si fuiste tu quien dio la voz de alarma, pero estoy segura de que tu me diste una fama de la que nunca me pude desprender.
    Reconoce que no soportabas verme feliz, pero no te preocupes porque a partir de ahora voy a hacer todo lo posible para que lamentes haberme conocido y no disfrutes ni un segundo de tu vida. Lo siento Carlos pero Diana de Gales ya no le tiene miedo a nada ni a nadie. Al fin y al cabo, estoy muerta.
    Diana Frances Spencer

    ResponderEliminar
  15. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  16. Querido Carlos:

    Sé lo que hiciste. Por mucho que los medios de comunicación y la Casa Real intente ocultarlo, tú y yo conocemos la verdad. Entiendo que me guardases rencor por abandonarte, pero tú me abandonaste primero.

    En ningún momento te importé, simplemente me usaste por puras apariencias, sin tener en cuenta mis sentimientos. Luego comenzaste a preocuparte por mí cuando todo el mundo me prestaba atención… ¿Tanto tardaste en notar mi existencia? Sé que el divorcio echó por los suelos tu imagen e hizo respetar de una vez por todas la mía, la de la mujer. Y, de hecho, es lo mejor que he hecho en la vida.

    Aunque la prensa me atosigara, por parte me gustaba, ya que me imaginaba tu rostro al ver noticias como la decisión de pasar página con mi amado Dodi. Cuántos buenos momentos me hizo pasar, y sé que en el fondo, a parte del odio incondicional que tenias hacia él, sé que los celos y la envidia te comían por dentro.

    Aunque no lo creas, me fui de este mundo con la conciencia tranquila y con todo arreglado. Logré lo que quería y conseguí todo lo que me propuse. Solo lamento aquel “accidente”, el que se llevó por delante a mi amado, y la historia de un amor más bonito que cualquier cuento de hadas.

    Sin más que decir, te deseo lo mejor Carlos. Cuida de nuestros maravillosos hijos, Guillermo y Enrique. Se merecen más de lo que cualquier persona les podría dar.

    Atentamente,
    Diana Frances

    ResponderEliminar
  17. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  18. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  19. Demasiado larga para un mensaje, te la haré llegar por correo.
    Andrés Ruiz Benito.

    ResponderEliminar
  20. Despreciable Carlos:
    Te preguntarás el por qué de mi carta, el por qué quiero escribirte esto después de tanto tiempo. Pues verás Carlos tu provocaste mi muerto, ¿por qué yo no podría atormentarte hasta el fin de mis días? Carlos, mi muerte no me la produjo ese accidente de coche, claramente manipulado por ti, sino tus desprecios hacia mí, tus engaños y lo más doloroso el no quererme como me merecía. ¿Cómo tuviste el valor de hacer lo que hiciste? Solo querías a alguien que fuese una ilusa, que no tuviese ni voz ni voto para opinar, solo querías a alguien que con un par de joyas todos tus desprecios serían perdonados pero, te equivocaste, no esperabas que una estudiante provocase aquel escándalo.
    Ay Carlos, ¿no entiendes que me separé por que no aguantaba más, que se me hacía imposible mirarte a la cara, que no podía permitir ni un llanto más por ti? Era hora de acabar con ese malestar conmigo misma, con ese malestar que tu provocaste. Era hora de aquel divorcio que causó tanta polémica.
    Deberías reflexionar sobre todo lo ocurrido, cuál fue el fin de casarte conmigo. Fui la tapadera para proteger tu intimidad y tus mentiras. Pero no solo eres el culpable de mis desgracias, también es culpable todo tu entorno, todo el consintió tu infidelidad.
    Sabes que nunca tendrás mi perdón, y deberías cargar con la culpa por todo lo que hiciste durante toda tu vida. Porque el daño que has hecho es imposible de olvidar. Ni tu mismo puedes,¿cómo quieres que lo haga yo o tus hijos? Espero que algún día tengas el valor de contarle todo a tus hijos. Ese día, te podré perdonar, te podrás perdonar.
    Tu estimada y única.
    Diana.

    ResponderEliminar
  21. Andrea Cañizares te lo envía por un correo, ya que no puede publicarlo en el blog

    ResponderEliminar
  22. Querido Carlos,

    ¿Recuerdas cuando susurrabas a mi oído? Las palabras caían de tu boca y mi beso te callaba. Yo te quise y a veces tú también me quisiste. Tus ojos tristes. Dos vacíos negros, inexpresivos, inexplicables ¿me miran siquiera? No era yo el motivo de tus silencios. Y pronto tu no serías el motivo de los míos. Nuestros suspiros tenían dueño. La gente lo sabía, la gente siempre acaba sabiendo.

    Lloré, lloré mucho. Dolía, Carlos, me dolía en lo más profundo. Dejé mi cuerpo y mente en lo imposible. No hay nada más frustrante en esta vida que intentar algo inútil. Ver como vuela el tiempo y mi voz no te toca. Sentirte sola en la inmensidad del mundo, mas inmenso sin ti. Veía a nuestros hijos, fruto de las falsas apariencias, con el alma encogida pero no temas, porque les amé. Tu también les amaste con el amor que me negabas.

    Me rendí, tiré la toalla e intenté rehacer mi vida con otro hombre. Él me amaba, yo le quería. Disfruté el poco tiempo que estuve con Dodi. Incluso en momentos me olvidaba de ti. Aunque a veces, en mis silencios, me preguntaba si fui estúpida por amar demasiado.


    Diana.

    ResponderEliminar
  23. Despreciable Carlos :

    Y digo despreciable porque no puedo empezar esta carta de otra forma . Posiblemente , me habrás olvidado . Pero yo a ti no . Después de dieciocho años de lo ocurrido , te escribo únicamente para despedirme de ti .

    No te guardo rencor por todo lo que me hicistes , pero aún no te lo he perdonado . Supongo que nunca te lo perdonaré . Pero no por el hecho de que no me amaras sino por tu cobardía . Debe ser que se te subió el trono a la cabeza . Que irónico que de todas las enfermeras , me escogieras a mí . Demasiado bonito para ser verdad .

    A pesar de que te quería , el casarme contigo fue el mayor error de mi vida . Por otra parte , me di cuenta rápido de que no me amabas y pude rehacer mi vida con Dodi Al-Fayed , una gran persona que sabía valorarme más de lo que supistes hacer tu .

    Debo admitir , que tu plan fue muy inteligente para tu capacidad mental . ¿ Sabotearme los frenos ? – que ingenioso por tu parte , pero dudo mucho que lo llevases a cabo tu solito. Parece ser,que lo que más daño te hace es lo que más te engancha y así fue como acabastes con mi vida .

    Atentamente tú queridísima Lady Di.
    Susana Bermúdez Herreros 4ºA

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Javier,a la hora de haber enviado la carta, entre los puntos y las comas se me envia un espacio en medio
      SUSANA BERMUDEZ

      Eliminar
  24. Querido Carlos,

    Dudé mucho antes de escribir esta carta. Dudé, porque tal vez no existan las respuestas a las preguntas que durante años me rondaban la cabeza. Dudé, porque tal vez no quería tener una contestación. Finalmente, he tenido el valor de escribirte. No para reprocharte, pero sí para dar rienda suelta a mis pensamientos y sentimientos desde el más allá.

    Puedo imaginarme que no tendrás ningún remordimiento sobre lo que hiciste, ya sabes, mi muerte. Todos sabemos que fuiste tú el que mandaste a los paparazzi. Ahora me doy cuenta de que ciertas personas que me rodeaban lo único que querían era tenerme controlada e informarte de mis movimientos.

    Sé que mi muerte te ha beneficiado en muchos sentidos, gracias a ella no has tenido que dar explicaciones a tu familia de tu romance con Camila mientras estábamos casados.

    En este momento me arrepiento de muchas cosas que he hecho en mi vida, pero, nuestra relación no es una de ellas. Siempre he sido sincera y reconozco que he estado plenamente enamorada de ti.

    Los primeros años fueron los mejores y no me cabe duda de que algo sentiste por mí, si no, no te hubieras casado conmigo, y mucho menos me hubieras presentado a tu familia.

    La decisión de divorciarnos fue algo que me costó mucho decidir, fueron noches en vela sin entender ¿por qué no me querías? y preguntándome ¿qué había hecho mal?

    Que ironía, princesa de los corazones y el mío estaba roto desde el principio.

    Bueno, gracias a nuestro divorcio, conseguí encontrar el amor verdadero junto a Dodi, mi querido marroquí. Con él conseguí adentrarme en una nueva historia llena de realidad, sin falsas esperanzas ni mentiras.

    No tengo mucho más que decirte, simplemente, espero que cuides de nuestros hijos mejor de lo que me cuidaste a mí.

    Espero que estés siendo mucho más feliz con Camila que conmigo y le deseo lo mejor como mujer de un heredero al trono. No hagas con ella lo mismo que hiciste conmigo, si no, me encargaré de que no pases por el cielo y de que vayas directamente al infierno.

    Besos desde el más allá,
    Diana.
    Daniel Sanz Fernández 4. ºA

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. He tenido una pequeña confusión debido a que he puesto ``mi querido marroquí´´ y sería ``mi querido egipcio´´.
      Muchas Gracias,
      Daniel Sanz Fernández 4. ºA

      Eliminar
  25. Querido Carlos ,

    Hace ya mucho tiempo que no estoy junto a ti: para ser exactos 18 años. Quizás no sabes ni quién soy. Después de tanto tiempo por fin he decidido enviarte esta carta desde el más allá, adonde tu me mandaste. Supongo que nunca te has podido olvidar de mí por todos lo remordimientos que habrás tenido después de mi muerte.

    Sinceramente, lo que siento hacia ti es algo que no se puede explicar. Hubo momentos en los que me hiciste parecer especial como si estuviera en un cuento de hadas. Incluso me llegaste a dar lo que yo más quería en este mundo mis dos hijos de los que me arrebataste aquel 31 de agosto de 1997. Fuiste una persona muy injusta y egoísta ya que me metiste en un mundo horrible lleno de protocolos, paparazzi, flashes y cámaras que abusaban de mi intimidad. Además de gente rígida que no puede ser uno mismo , todo esto me provoco una gran depresión. Pero lo que verdaderamente me hundió fue pensar que no me amabas.

    Era un círculo del que pensé que nunca podría salir y después de tanto sufrimiento , llegó Dodi “mi egipcio”. Él es quien volvió a dar sentido a mi vida, con el que me casaría en Francia y cuando por fin logré alcanzar la felicidad otra vez ¡tú me mataste! porque claro Carlos de Gales no podía permitir que su ex-mujer estuviera con un “moro”.

    Todo el mundo comete errores. El tuyo fue muy grave pero con esta carta simplemente quería que los vieras. También quiero pedirte que cuides a nuestros hijos y les aconsejes que se casen con una persona que de verdad quieran que es lo que tú no hiciste.

    Atentamente, La princesa de los corazones.

    Andrea Cañizares

    ResponderEliminar